Aunque parezca un tratamiento sencillo es importante que se realice de forma correcta porque nos puede provocar graves problemas por ejemplo de sensibilidad. A continuación, te contamos todo lo que debes saber antes de someterte a un blanqueamiento dental.
Preparación antes del blanqueamiento dental
Antes de iniciar el tratamiento de blanqueamiento dental, es importante realizar un primer estudio del estado de los dientes y la boca. Esto nos ayudará a determinar si el paciente está preparado para el proceso o no, ya que un paciente con presencia de caries o gingivitis deberá descartarse hasta que no presente una boca completamente sana.
Limpieza previa
También es necesario realizar una limpieza previa para eliminar sarro, manchas y sustancias que se acumulan en los dientes. Este paso es crucial, ya que los dientes se expondrán a una solución química delicada para su blanqueamiento.
Reacciones adversas
Otra de las cuestiones que harán que el tratamiento pueda llevarse a cabo o no es que el paciente no sea alérgico a los elementos a los que se expone. El componente activo que se usa es peróxido de hidrógeno y el peróxido de carbamida, con lo cual, si la persona ha presentado reacciones adversas a estas sustancias, no debe recurrir a este tratamiento.
Durante el tratamiento
El tratamiento no termina en la clínica, sino que se extiende hasta el domicilio del paciente. Durante los 15 días posteriores a la sesión de blanqueamiento, el paciente debe aplicar durante dos horas al día una férula realizada a medida con un producto entregado en la sesión de blanqueamiento para terminar el tratamiento.
Antes de usar esta férula, cepíllate los dientes. Puedes llevarla durante dos horas, e incluso dormir con ella. Al retirarla, vuelve a lavarte los dientes y lava y seca la férula antes de guardarla.
Recomendaciones durante el proceso
Durante ese proceso se recomienda no fumar. Además, la alimentación también es muy importante, ya que no debe ingerir alimentos ácidos, ni productos que produzcan tinción mientras dure el tratamiento.
Esto incluye bebidas como café, té, refrescos, bebidas azucaradas y energéticas, vino tinto o rosado; frutas como fresas, cerezas, arándanos o granadas; salsas y especias como vinagre, mostaza o azafrán.
Después del tratamiento
Una vez finalizado el tratamiento, el paciente puede presentar síntomas como sensibilidad dental. También puede presentar irritaciones periodontales, aunque ambas son pasajeras.
El color conseguido después del tratamiento dependerá del esmalte de cada persona. Cada paciente consigue aclarar sus dientes en diferente intensidad de color, ya que los resultados están relacionados con el color del diente natural. Lo mismo se aplica a la duración del color, que dependerá sobre todo del cuidado que le demos a nuestros dientes.
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